EMBARAZO DE ALTO RIESGO
Un embarazo de alto riesgo se refiere a cualquier cosa que
aumente el riesgo de la madre o del feto de tener problemas de salud durante el
embarazo o el parto. Se considera que un embarazo es de alto riesgo si la madre
tiene enfermedades crónicas como presión arterial alta o diabetes, o si tiene
un peso demasiado alto o demasiado bajo. Cualquier embarazo que tenga más
complicaciones de lo normal se considera un embarazo de alto riesgo.
FACTORES QUE GENERAN RIESGO PARA EL EMBARAZO
- problemas de salud existentes
Presión arterial alta: Si bien la presión arterial alta
puede ser riesgosa para la madre y el feto, muchas mujeres con presión arterial
alta tienen embarazos e hijos saludables. La presión arterial alta no
controlada, sin embargo, puede provocar daño en los riñones de la madre y
aumentar el riesgo de tener preeclampsia o un bebé con peso bajo.
Diabetes: Es importante que las mujeres con diabetes
controlen sus niveles de azúcar en la sangre antes de quedar embarazadas. Los
niveles altos de azúcar en la sangre pueden provocar defectos de nacimiento
durante las primeras semanas de embarazo, con frecuencia incluso antes de que
la mujer sepa que está embarazada. Controlar los niveles de azúcar en la sangre
y tomar un complejo vitamínico con 40 microgramos de ácido fólico todos los
días puede ayudar a reducir este riesgo.
Obesidad: La obesidad puede tornar más difícil un embarazo,
al aumentar la probabilidad de que una mujer desarrolle diabetes durante el embarazo, lo que
contribuye a los partos difíciles. Por otro lado, algunas mujeres pesan
demasiado poco para su propia salud y la salud del feto en desarrollo. En 2009,
el Instituto de Medicina actualizó sus recomendaciones sobre el aumento de peso
durante el embarazo. Las nuevas recomendaciones del Colegio Americano de
Obstetras y Ginecólogos (ACOG por sus siglas en inglés) sugieren que las
mujeres con sobrepeso y obesidad podrían aumentar incluso menos peso del que se
recomienda e incluso así tener un bebé saludable.
VIH /SIDA: El VIH/SIDA daña las células del sistema
inmunitario, lo que les dificulta combatir las infecciones y determinados
cánceres. Las mujeres pueden transmitir el virus al feto durante el embarazo;
la transmisión también puede darse durante el trabajo de parto y el parto, o a
través de la leche materna. Afortunadamente, hay tratamientos efectivos para
reducir la transmisión del VIH de la madre al feto, al recién nacido o al bebé.
Las mujeres con cargas virales muy bajas podrían tener un parto vaginal con un
bajo riesgo de transmisión. Una opción para las mujeres embarazadas con cargas
virales (cantidad de VIH activo en la sangre) más altas es un parto por
cesárea, el cual reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé durante el
trabajo de parto y el parto. Es importante recibir cuidados prenatales
tempranos y regulares. Las mujeres que toman medicamentos para tratar el VIH y
tienen un parto por cesárea pueden reducir el riesgo de transmisión a un 2%.
- Edad
Embarazo adolescente: Las adolescentes embarazadas son más
propensas a desarrollar presión arterial alta y anemia (falta de glóbulos rojos
saludables) y comenzar el trabajo de parto antes que las mujeres de más edad.
Primer embarazo después de los 35 años: Las madres
primerizas de más edad pueden tener embarazos normales, pero las
investigaciones indican que estas mujeres corren más riesgo de tener:
- Un
parto por cesárea (cuando el recién nacido nace a través de una incisión
quirúrgica en el abdomen de la madre)
- Complicaciones
en el parto, incluido sangrado excesivo durante el trabajo de parto
- Trabajo
de parto prolongado (que dura más de 20 horas)
- Un
trabajo de parto que no avanza
- Un
bebé con un trastorno genético, como el síndrome de Down.
- Estilo de vida
Consumo de alcohol: El alcohol que se consume
durante el embarazo pasa directamente al feto a través del cordón umbilical. Durante el embarazo, las mujeres que beben son más propensas
a tener un aborto natural o el nacimiento de un niño muerto. Otros riesgos para
el feto incluyen más probabilidad de tener defectos de nacimiento y el síndrome
alcohólico fetal. Causa rasgos faciales anormales, baja estatura y bajo peso
corporal, trastorno de hiperactividad, discapacidades intelectuales y problemas
de visión o audición.
Consumo de cigarrillos: Fumar durante el embarazo aumenta el
riesgo del feto de tener un parto prematuro, determinados defectos de
nacimiento y el síndrome de muerte súbita del lactante. El humo de segunda mano también hace que la mujer y el feto
en desarrollo corran más riesgo de tener problemas de salud.
- Condiciones del embarazo
Embarazo múltiple: Los embarazos de mellizos, trillizos o
más fetos, conocidos como embarazos múltiples, aumentan el riesgo de los bebés
de nacer prematuros (antes de las 37 semanas de gestación). Tener tres o más
bebés aumenta la probabilidad de que la mujer necesite un parto por cesárea. Si
los bebés de un embarazo múltiple nacen de forma prematura, son más propensos a
tener dificultades respiratorias.
Preeclampsia y eclampsia: La preeclampsia es un síndrome
marcado por un aumento súbito de la presión arterial en una mujer embarazada
después de las 20 semanas de embarazo. Puede afectar los riñones, el hígado y
el cerebro de la madre. Si no se trata, la enfermedad puede ser mortal para la
madre y/o el feto y causar problemas de salud a largo plazo. La eclampsia es
una forma más grave de preeclampsia, marcada por convulsiones y coma en la
madre.
Diabetes gestacional: es la diabetes que se desarrolla por
primera vez cuando la mujer está embarazada. Muchas mujeres pueden tener
embarazos saludables si siguen el plan de dieta y tratamiento indicado por un
profesional de la salud para controlar su diabetes. La diabetes gestacional no
controlada aumenta el riesgo de tener un trabajo de parto y un parto
prematuros, preeclampsia y presión arterial alta.